La variedad de Másters que se pueden cursar en Aragón es muy amplia, pero ¿en qué te puedes fijar para saber si su coste (económico, de tiempo, …) merece la pena?
La prensa digital ha dedicado artículos a profundizar en esta cuestión. He resumido las principales ideas y he añadido mis conclusiones fruto de mi propia experiencia.
1) Lo más valioso que un Máster te proporciona no es conocimiento. Son otras cosas.
Hoy en día, con internet al alcance de la mano 24 horas al día, acumular conocimientos que presumiblemente se quedarán obsoletos en un tiempo tiene poco sentido. Las empresas no van a valorar qué sabes, sino qué sabes hacer con lo que sabes (las famosas competencias), qué problemas resuelves, en qué puedes ayudar a las empresas, las competencias de tipo transversal que vas a aplicar en las diferentes tareas que tendrás que desempeñar, etc… Todo ello además de las competencias técnicas específicas de cada puesto de trabajo.
¿Cuáles son las más valoradas?
Según el Informe InfoJobs – ESADE, la capacidad para trabajar en equipo (70%), para resolver conflictos (57%) y para tomar decisiones (46%).
La mala noticia es que no todos partimos con el mismo nivel de competencias. La buena noticia es que se puede elevar ese nivel mediante la práctica y el feedback.
Bert Van Der ZWaan (rector de la Universidad de Utrecht) dice que
La Universidad no puede predecir cómo será el mercado laboral y los estudiantes no pueden estar preparados para el trabajo futuro
Por eso, la adaptación y la curiosidad son dos competencias que se deberían trabajar y desarrollar, para encajar en ese nuevo mundo, o incluso crearlo.
También es muy interesante ampliar tu círculo de contactos mediante el famoso networking. Personas que te puedan recomendar, contratar, dar información, poner en contacto con otras personas interesantes… Visitar empresas y asistir a eventos son dos formas presenciales de hacerlo, mientras que enviar invitaciones de Linkedin o seguir en redes sociales a tus contactos objetivo, serían dos formas virtuales.
2) No todo lo barato es rentable.
En un mercado laboral saturado de títulos, un Máster es una distinción.
4 de cada 10 españoles de entre 25 a 34 años tiene una carrera universitaria.
(según el último informe de la OCDE sobre España)
Pero tener un título por sí solo no asegura un trabajo. Es la puerta de entrada al proceso de selección, en el que tienes que demostrar con evidencias cómo aportas valor o resuelves problemas de la empresa.
Lo que realmente marcará la diferencia será nuestra valía, la capacidad de ser autodidactas, de aprender constantemente durante toda la vida de una manera eficaz para estar actualizados y dar respuesta a las demandas del mercado laboral.
(del artículo «Educación, la hora de los títulos o las habilidades«)
Algo no es caro o barato por lo que cuesta, sino por lo que proporciona. Un móvil barato o regalado puede ser un regalo envenenado si va lento, y te hace perder tiempo.
Del mismo modo que a un móvil se le pide hacer buenas fotos, gran capacidad de almacenamiento, (y que haga llamadas) de una forma rápida y eficaz.
Cada uno tiene la respuesta de si lo que desea obtener compensa lo que ha pagado por él. La motivación para contratar un Máster es variada: ganar más formación, visión generalista de la empresa, dar el salto a un puesto directivo, reinventarse, …
Una reciente encuesta revela que el 72% de los entrevistados considera que realizar un Máster ayuda a encontrar empleo. Además, incide en que los empleados con esta formación pueden llegar a ganar hasta un 54% más sobre quienes tienen una preparación inferior.
Las prácticas remuneradas durante el Máster pueden ayudar a costearlo, además de proporcionar un banco de pruebas para las competencias y ser otro medio de formación.
3.- El Máster es una plataforma de lanzamiento, pero eres tú el que debe volar.
El contacto con el mundo laboral es imprescindible. Ya sea a través del profesorado que aporta casos y experiencias reales surgidas en su trabajo, las visitas a empresas, etc. Y las actividades deben reflejar el comportamiento que encontrarán en sus futuros puestos: trabajo en equipo, negociación, comunicar eficazmente, etc.
Pero si el alumno no aprovecha las oportunidades de practicar, desarrollarse, probar sus límites, … de nada servirá ningún Máster ni formación.
Como recoge la Fundación BBVA,
Las universidades que consideran estratégica la empleabilidad y actúan sobre ella consiguen mayores tasas de inserción de sus titulados.
Acciones que permiten aumentar la empleabilidad en 26,7 puntos porcentuales: cuidar la calidad y reputación de la institución y su profesorado; colaborar con empresas e instituciones de su entorno; desarrollar actividades para que sus estudiantes conozcan el mercado de trabajo y aprendan a gestionar su inserción y su carrera profesional.
Por eso, ocho de cada diez jóvenes con formación superior están trabajando.
¿Qué veo yo en mi día a día?
En CESTE hay una persona exclusivamente dedicada a mejorar la experiencia del estudiante y desarrollar su implicación. Se le proporcionan oportunidades de colaborar y contribuir (como por ejemplo ser delegado y actividades de convivencia), participar (actividades deportivas como el equipo de fútbol que se creó, artísticas, de voluntariado, …) asistir (eventos propios y ajenos, visitas a empresas, foros de expertos que debaten en mesas redondas sobre las tendencias de actualidad, …), conocerse y mejorar personalmente (sesiones de asesoría psicológica) y desarrollar su curiosidad y conocimiento (en talleres, debates, etc). Por no nombrar las clases teóricas y de conversación en idiomas extranjeros para reforzar esta competencia tan demandada.
Desde el Servicio de Desarrollo Profesional el objetivo está claro: aumentar la empleabilidad de los alumnos. Entendida como capacidad de conseguir y mantener un puesto de trabajo siendo atractivo en el mercado laboral.
Más allá de conocer un proceso de selección típico
- entrenamos las entrevistas de trabajo (son grabadas para poder visualizarse a uno mismo) y damos feedback. Una de mis frases es
No os pedimos que lo hagáis perfecto, os pedimos que os impliquéis para hacerlo cada vez mejor
- les ayudamos a redactar un buen perfil y mostrar actividad relevante en redes sociales, sobre todo en Linkedin. No basta con ser bueno, hay que darlo a conocer. Y ciertamente hay ejemplos de alumnos que reciben ofertas de trabajo gracias a la visibilidad que les da un buen perfil y publicaciones periódicas. Por eso también digo
Las herramientas funcionan … cuando se utilizan
- en las tutorías individuales consensuamos un objetivo de mejora para el curso, buscamos los medios adecuados, y vemos la evolución de los tests de competencias desde el inicio hasta el final del curso. Como mínimo te ayudan a tener un buen autoconocimiento.
- las tasas de inserción laboral de los alumnos del Máster son del 78% en el último curso y del 80% en el anterior.
Testimonio de Diego García Pintor
Gracias al MBA de CESTE estoy donde quiero estar, en Podoactiva una empresa muy ligada al deporte; una de mis pasiones. El contenido de esta formación me ha permitido tener un conocimiento amplio de todas las parcelas de una empresa, teniendo una espléndida base que me permite poner en práctica todos los conocimiento aprendidos teóricamente en cada uno de los módulos, haciendo que la instalación en el ámbito laboral sea mucho más sencilla.
Testimonio de Jaime Morando
Apasionante, intenso, educativo, útil, gratificante, formativo, especializado y sobre todo humano. Estas podrían ser algunas de las muchas palabras con las que describiría mi experiencia en el Máster de CESTE en Banca y Finanzas (MBF). Una vez observas el camino desde la meta, te das cuenta de la grandísima decisión que es realizar este Máster. En mi caso me ha permitido un aprendizaje, experiencias y certificaciones (vitales) que solo voy a encontrar aquí. Estoy seguro de que después de pertenecer a CESTE, seguiremos en contacto y haremos cosas juntos en el futuro.
Y tú ¿qué piensas que debe tener un buen Máster para rentabilizar la inversión?