El sector agrícola se enfrenta actualmente a grandes desafíos, y para poder hacer frente a todos ellos precisa de las soluciones más innovadoras. La agricultura 4.0 va a jugar un papel trascendental, convirtiéndose en la protagonista de la digitalización en el campo y del proceso de producción sostenible y rentable de alimentos cuando la población mundial supere los 9.700 millones de personas.
En las últimas décadas, las nuevas tecnologías han atravesado un proceso de incorporación dentro del sector agrario, abarcando procesos como el riego inteligente o la aplicación de soluciones de Big Data dentro de los cultivos. Sus aplicaciones han mejorado la productividad de este sector, han reducido el coste de recursos como el agua, la energía o los fertilizantes y han incrementado la calidad de vida de sus trabajadores.
Una vez introducida la situación actual detallaremos el significado de agricultura 4.0, las herramientas que se emplean y cuáles son los desafíos que se definen dentro de esta nueva revolución tecnológica.
Índice de Contenidos
Qué es la agricultura 4.0
La agricultura 4.0 trata de recoger toda la información que nos proporcionan las explotaciones agrícolas en internet. Analizando correctamente esta información, los agricultores pueden tomar decisiones óptimas basándose en grandes cantidades de datos recogidos en tiempo real.
Por este motivo, podemos englobar dentro del concepto de agricultura 4.0 todas aquellas soluciones que contribuyen a la digitalización del campo.
Qué herramientas se emplean en la agricultura 4.0 y en la digitalización en el campo
Dentro de la agricultura 4.0 y la digitalización en el campo encontramos dos procesos fundamentales: se gestionan datos e información que proceden del campo, y se toman las decisiones más óptimas en base a esa interpretación de la información.
Para alcanzar los objetivos que se plantean actualmente dentro de este sector, se requiere de las tecnologías más innovadoras. ¿Las conoces?
Drones para supervisar cultivos
Los drones constituyen una solución autónoma para la supervisión de cultivos. A través de sus cámaras infrarrojas envían imágenes e información en tiempo real. De este modo, los agricultores pueden detectar cualquier tipo de problema sin necesidad de estar allí, como puede ser la aparición de plagas.
Del mismo modo, un dron también puede encargarse de realizar una fumigación de los cultivos, resultado una herramienta realmente útil dentro de este sector.
Automatización del riego
La automatización de las diferentes tareas que forman parte del proceso de cultivo se ha convertido ya en el objetivo de cualquier agricultor. Existen diferentes herramientas que pueden realizar una gestión de la información recogida por los captadores, administrar la facturación del agua, así como enviar advertencias de incidencias, roturas de tuberías y fugas de agua.
Sensores que nos indican el estado del suelo
Uno de los principales pilares de la agricultura 4.0 es el empleo de sensores con los que se pueda conocer el estado del suelo. Gracias a las sondas de monitorización de la humedad del suelo se puede llevar a cabo un riego más eficiente gestionando de este modo de forma óptima el empleo de agua y fertilizantes, dándoles a las plantas la cantidad que necesitan en el momento idóneo.
Imágenes satélites que nos muestran la evolución de los cultivos
Las imágenes que se toman por satélite pueden ayudar a los agricultores a contar con un conocimiento total sobre el estado y evolución de sus cultivos. Gracias a estas imágenes, y empleando los programas de procesamiento adecuados, se puede calcular el índice de vegetación de diferencia normalizada. Este indicador nos revela información del estado de la planta, pudiendo de este modo detectar cualquier tipo de problema en los cultivos.
Los desafíos de la agricultura 4.0
El futuro de la agricultura 4.0 y de la digitalización en el campo está lleno de desafíos. El principal, es la conectividad. Según los datos del Ministerio de Asuntos Económicos y de Transformación Digital, más de un 10% de las zonas rurales de España no tiene todavía acceso a internet. Esta información nos muestra sin duda la importancia de realizar inversiones en infraestructuras de red, de modo que todos los agricultores que quieran digitalizar sus sistemas puedan tener acceso.
El segundo de los desafíos, es la formación. Muchos agricultores todavía no están familiarizados con las nuevas tecnologías, y precisan perfiles expertos que conozcan el funcionamiento de estas herramientas para aprovechar así todos los beneficios de la nueva revolución agrícola. ¿Te gustaría formarte en este sector de futuro tan demandado actualmente por el sector agrícola?
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